Eduardo Brik

Presidente Asociación Terapias sin Fronteras

  

Las parejas transculturales o mixtas, constituyen una realidad tangible en la sociedad multicultural que está emergiendo.Podemos definir que una pareja es transcultural o mixta, cuando entre sus miembros existen diferencias culturales significativas: nación, religión, lengua o etnia.

También podemos denominar parejas transculturales o mixtas cuando entre ambos miembros de una pareja pertenecientes a una misma comunidad de origen, existen diferencias significativas en las prácticas de género, pertenencias políticas, estrato social, costumbres y otras. Estableciendo una mirada más compleja en este tipo de parejas podemos imaginarnos qué sucede o qué puede suceder cuando existe una combinación de uno o varios factores de la primera definición con uno o varios factores de la segunda.

Para comprender este complejo fenómeno, estamos obligados a elegir una definición de cultura dentro de las múltiples definiciones existentes. Parafraseando a Clifford Gertz, antropólogo construccionista, definiremos cultura como el “conjunto de conductas adaptativas y formas de ver el mundo compartidas, las cuales provienen de ser miembro simultaneo de distintos contextos”.

Eduardo Brik define 26 contextos diferentes de pertenencias culturales, entre los cuales se encuentran: escenario ecológico (rural, suburbano y urbano); ideología política; educación y práctica religiosa; clase social; identificaciones y prácticas vinculadas al género; ocupación; afiliación deportiva o musical; etc.

La inclusión y/o cambio de los distintos contextos culturales se debe esencialmente a una necesidad individual o colectiva de adaptación al medio. Las nuevas realidades culturales que construimos o que asumimos conviven, contradicen o superan las realidades culturales anteriores, lo cual va a influir en nuestras conductas, en nuestras emociones y en las relaciones que establezcamos. Ya no podemos definir como hacíamos antes, que la cultura de uno es equivalente a una nación, una lengua, un territorio o una ideología. La diversidad cultural en nuestras identidades es lo dominante. Esto mismo sucede en las parejas trasculturales o mixtas.

Es fundamental que el profesional o psicoterapeuta profundice en qué significación tiene para cada miembro de la pareja estas pertenencias culturales y cómo influyen en la organización y en la vida de la pareja. Este análisis nos va a permitir, tener en cuenta o no, él o los factores culturales como motivo de encuentro, intercambio o simplemente desencuentro de la pareja.

De acuerdo a la idea de cultura expuesta y a la conflictividad que se pueda derivar de los aspectos culturales significativos en cada individuo y pareja, podríamos plantear como concepto novedoso la existencia de distintos tipos de parejas biculturales o mixtas:

– Pareja bicultural 1: Aquellas en las cuales la etnia y/o religión, son diferentes.

– Pareja bicultural 2: Aquellas en las que la nacionalidad y/o el idioma son diferentes

– Pareja bicultural 3: Aquellas en las que las diferencias culturales dentro de una misma comunidad de origen son significativas.

– Pareja bicultural 4: Aquellas parejas biculturales 1 y/o 2 en las que están presentes las características de la pareja bicultural 3.

Aparte de la tipología descrita anteriormente también hay que tener en cuenta a la hora de intervenir en parejas trasculturales o mixtas, si estamos ante un matrimonio trascultural de primera generación o de segunda generación, es decir, en la que uno o ambos miembros de la pareja son hijos de parejas trasculturales o mixtas, dado que los niveles de integración o asimilación al medio van a ser diferentes entre estos dos últimos grupos.

El aumento del número de parejas trasculturales o mixtas obedece tanto al nuevo fenómeno migratorio como a la posibilidad de intercambios que ofrecen las nuevas tecnologías y a una idea de mayor libertad en la formación de las parejas, unidas por el amor más que por la influencia de las familias, de la comunidad o de la religión entre otros.

La pareja como instancia central del individuo es una construcción social de su realidad exterior y un lugar importante de su realidad interior. Quiénes somos, qué hacemos, hacia dónde vamos y si seremos reconocidos socialmente son interrogantes de todas las parejas hoy y, en particular, de las parejas trasculturales. La identidad de la pareja ya no es una idea estática sino que es algo dinámico y cambiante y está obviamente muy ligada a las diferentes pertenencias culturales de sus miembros. En la pareja actual todo es cambiable, negociable, dialogable o modificable. De no ser así la continuidad de la pareja estaría en peligro.

En las primeras etapas de la relación, las parejas trasculturales o mixtas evocan sentimientos en su comunicación de un intenso y duradero presente, en el cual el pasado y el futuro parecen ser irrelevantes, mientras que posteriormente, y ya en una segunda etapa satisfactoria de la vida de la pareja, sí se puede hablar de las pertenencias culturales negadas sobre su pasado e incorporarlo con el otro en una mutua adaptación. Finalmente en una tercera etapa de evolución satisfactoria para la pareja, las pertenencias culturales están ya incorporadas y no son fuentes de conflicto. Para un funcionamiento adecuado de los matrimonios trasculturales obviamente, deberá haber un reconocimiento y un respeto hacia el otro, un reconocimiento de la otredad y un intento intercultural de incorporar algunos aspectos de la cultura del otro. No es suficiente leer un libro, conocer la gente, el idioma, país o religión del otro, pero sí es una aproximación a entender su realidad y a colocarse “en los zapatos del otro”.

La interculturalidad o trasculturalidad comienza a ser una forma de vida natural para amplios sectores de la población, en especial para jóvenes que ven en el contacto con el otro diferente, no sólo una opción de unión amorosa, sino una oportunidad de crecimiento y felicidad individual y compartida.

 

FACTORES QUE INFLUYEN EN LA ELECCIÓN DE UNA PAREJA TRASCULTURAL

  • Aceptación de una nueva forma de entender y vivir en un mundo intercultural.
  • Seducción por la diferencia o facilidad personal para el intercambio relacional con mundos y situaciones diferentes.
  • Escape de problemas familiares específicos en las familias de origen.
  • Escape de una cultura represiva y rígida (por lo tanto “haré lo contrario”)

 

FACTORES DE PROTECCIÓN DE LAS PAREJAS TRASCULTURALES

Estos factores deberán ser tenidos en cuenta en Psicoterapia de Pareja a fin de ayudar a preservar la continuidad de las parejas trasculturales o mixtas. Entre otros factores, aparecen:

  • Respeto, tolerancia de las creencias, ideas, prácticas o estilos de vida del otro evitando hacer juicios de valor sobre los mismos. En caso de discusión evitar arrojar los platos culturales sobre el otro.
  • Poder hablar de las diferencias no en tono acusatorio.
  • Incorporación de algunas pautas o formas de la otra cultura.
  • Promover viajes al país del otro y encuentros con familiares.
  • Acordar tipos de ceremonia o festividades a celebrar y tipo de educación que recibirán los hijos.

 

FACTORES DE VULNERABILIDAD DE LAS PAREJAS TRASCULTURALES

El conocimiento de los factores de vulnerabilidad nos permite focalizar nuestra intervención en los posibles puntos conflictivos y prevenir de esta forma conflictos mayores.

Entre otros citaremos los siguientes:

1.-Escaso o inexistente apoyo familiar, lo que nos obligará a buscar otras redes de apoyo.

2.-Dependencia simbiótica de la pareja. Intervendremos para lograr un mayor nivel de diferenciación en la misma.

3.-Escasa individualización de uno o ambos miembros de la pareja de sus familias de origen. Trabajaremos la relación de pareja como la relación de cada individuo con su familia de origen a fin de lograr una mayor diferenciación de la misma.

4.-Conflictividad entre los miembros de la pareja en torno a diferencias culturales. Favorecemos el dialogo sobre las mismas y la negociación de los diferentes puntos de vista.

5.-No regularidad legal o paro de uno de los miembros de la pareja.

6.-Trabajar en trabajos no deseados, y de menor estatus que los que hacían en su sociedad de origen.