Cine y Transculturalidad
Before the rain, antes de la lluvia (1994)
Título original: Before the Rain
Dirección y guión: Micho Manchevski
Producción: Gran Bretaña-Francia- Macedonia, 1994.
Música: Anastasia
Montaje: Nick Gaster
Fotografía: Manuel Terán
Interpretación: Katrin Cartlidge, Rade Serbedzija, Gregorie Cuelen, Labina Mitevska
Duración: 113 minutos
Sinopsis
El film está estructurado en tres historias que tienen como trasfondo la guerra. Dos situadas en Macedonia y una, en Londres. Sus protagonistas viven varias historias de amor determinadas por la violencia de la guerra. En la primera historia, un joven monje macedonio esconde a una joven albanesa musulmana perseguida por la comunidad cristiana; en la segunda, la directora de una agencia de noticias vive una relación sentimental conflictiva con un fotógrafo de origen macedonio que decide volver a su país. Este último personaje protagoniza la tercera historia, centrada en el regreso a su casa, dónde vivirá el horror de la guerra a través de la joven albanesa del primer episodio
La tensa espera
Before the Rain actúa como una lúcida parábola de los conflictos que han asolado Europa recientemente y que han provocado una guerra devastadora tanto en el sentido físico como moral. Los ideales de convivencia y tolerancia han sido destruidos brutalmente y la población, víctima de la guerra civil, se ha visto obligada a tomar partido en nombre de unos principios definidos por la etnia, la nación o la religión.
Se ha hablado de la película como metáfora trágica de un mundo condenado, de embrión del desastre que amenaza Europa o de radiografía de un conflicto nacionalista de terribles consecuencias. Cualquiera de estas explicaciones, que aluden a la dimensión individual o colectiva del conflicto, corresponde perfectamente a la brutal violencia que vemos en las imágenes como reflejo de esta situación.
Según el director, el título del film hace referencia a «la sensación de tensa expectativa que se produce cuando el cielo está cargado y amenaza tormenta». Esta tensión de la espera antes del estallido de la lluvia es la viva imagen que mejor ilustra la situación de las luchas nacionalistas en los Balcanes y concretamente la situación de Macedonia, que consiguió la independencia la última semana del rodaje. Los enfrentamientos entre cristianos y musulmanes no desencadenaron un conflicto armado como en otros regiones del antigua Yugoslavia, pero igualmente estaba presente toda la fuerza del odio y la violencia entre las diferentes comunidades que convivían en el mismo territorio.
En ningún momento el director justifica el horror de la guerra y la intensidad del odio, sino que simplemente muestra sus efectos a través de los tres episodios que se estructuran a partir de un movimiento circular entre el inicio y el final del relato. Este cielo que amenace tormenta, observado inicialmente por el joven monje del monasterio, acaba descargando la lluvia sobre el cuerpo abatido del periodista que ha decidido volver a su país para vivir de cerca el conflicto. Entre las dos imágenes se establece un vínculo a través de la joven albanesa, que consigue huir de la persecución de su familia merced a la intervención del periodista y que consigue llegar al monasterio dónde el joven monje mira el cielo, que amenaza tormenta.
El círculo trágico de los acontecimientos obedece a una lógica implacable guiada por el odio y la violencia, que impiden cualquier actuación al margen de las fuerzas que se enfrentan.Tal y como Manchevski afirmó en el Festival de Venecia, que le concedió el León de Oro, «el film no trata sobre la guerra, sino sobre la gente que tiene que tomar decisiones. Habla sobre el hecho que, en algún momento de la vida, todos tenemos que tomar partido. Cuando alguien se encuentra en la situación extrema de una guerra, la situación por sí misma es mucho más radical, y por eso es por lo que necesariamente hace falta situarse en un bando determinado. Por esto, el film tiene el título de Before the Rain y no Before the Tempest, que me parecía demasiado obvio».
El film muestra toda la brutalidad de la guerra, pero también se presenta como un sensible canto a la vida que irrumpe como la lluvia sobre el cuerpo abatido del periodista que ha decidido volver a su país para vivir de cerca los conflictos. El sentido de la vida se revela con esta lluvia que, como la violencia, estalla desprendida de una tensa espera.
Unas miradas contrastadas
La visión que construye el film sobre la guerra es el resultado de una serie de miradas situadas en puntos diferenciados del círculo de violencia que las rodea y las determina. La mirada extrañada del joven monje que esconde a la joven musulmana albanesa, la mirada distanciada de la cámara que recoge las instantáneas del dolor y de la muerte que transmiten los medios de comunicación, y la mirada directa sobre los hechos que contempla con horror el resultado de un atentado a Londres o la muerte brutal y inexplicable de la joven albanesa por su propia familia. Estas tres formas de mirar protagonizan los tres episodios en qué se estructura el film.
«Palabras», «Rostros» y «Fotografías» son los títulos elegidos para diferenciar los tres segmentos narrativos que se enlazan en un círculo trágico. Las palabras aluden al voto de silencio del joven monje de un monasterio que acoge a la chica albanesa, o a la incomunicación entre los dos jóvenes que hablan un idioma diferente. Son palabras que no dicen nada, que no pueden justificar ni explicar lo que pasa. Las imágenes solamente expresan el miedo y la extrañeza del joven monje, o muestran los ojos interrogantes de la joven albanesa cuando muere abatida por su hermano. No hay ninguna otra justificación más allá de la pura irracionalidad de la guerra que destruye toda forma de vida. Los rostros aluden a las fotografías que una editora revisa en su agencia de noticias. Entre los rostros anónimos vemos el joven monje sentado junto a la chica albanesa muerta. Para nosotros, espectadores y espectadoras, el anonimato se transforma en trágico reconocimiento de una muerte -la del periodista- que acabará con la vida de la directora de la agencia. Y por último, el episodio «fotografías» hace referencia a la experiencia de un corresponsal de guerra que decide captar el conflicto directamente con sus propios ojos, sin la distancia del objetivo mecánico. Este periodista decide volver a su país y asumir el riesgo de vivir directamente el conflicto. Cuando vemos la muerte del periodista bajo la lluvia, abatido por defender a la joven albanesa, comprendemos la dimensión trágica de todo el relato que nos ha mostrado el film. Inevitablemente el círculo se cierra con la llegada de la chica al monasterio, dónde dos monjes contemplan el cielo al notar la caída de las primeras gotas de lluvia. Unos breves minutos han pasado entre el inicio y el final de la película, unos minutos marcados por la «tensa espera» de esta tormenta que estalla finalmente. Son estos momentos de suspensión durante los cuales todo queda detenido por unos instantes hasta la irrupción de la lluvia.