Cine y Transculturalidad

Flores de otro mundo (1999)

 

Tres historias, seis vidas, un mundo

Flores de otro mundo se acerca a la vida de seis personajes, tres mujeres y tres hombres, que luchan de maneras diferentes contra la amenaza de la soledad. Ambientada en Santa Eulalia, nombre ficticio del pueblo de Cantalojas, situado entre las provincias de Soria y Guadalajara, la historia se obre con la llegada al pueble de una caravana de mujeres que han sido invitadas por los hombres solteros de la localidad. Rápidamente, la trama se concentra en dos mujeres, una dominicana, Patricia, y otra basca, Marirrossi, que simpatizan con dos hombres del pueble, Damián y Alfonso. La tercera relación de pareja que se nos presenta es la de Milady, una joven cubana que deja la Habana y aterriza en el pueblo de la mano de Carmelo, un hombre adinerado que ya ha viajado en otras ocasiones a Cuba. Si bien las tres relaciones nacen de un mismo deseo mutuo, el éxito de cada una de ellas dependerá del encaje que tendrá cada necesidad individual en la homóloga y en el ambiente en qué acontecen estas relaciones: por un lado, cada personaje formula abiertamente sus pretensiones (la trama narrativa nace a partir de un acuerdo, hombres y mujeres que se buscan…) e intenta pactarlas con las de su respectiva pareja; pero, de otro lado, esta negociación sentimental aparentemente equitativa (un hombre y una mujer, Damián y Patricia, Alfonso y Marirrosi, Carmelo y Milady…) está seriamente condicionada por el ambiente, que simbólicamente convierte al hombre en anfitrión pasivo que espera, y por tanto propietario, y a la mujer, en forastera activa que busca. Con estos dos factores en juego, el ambiente y la naturaleza de las necesidades de cada uno, la película pone en relación a tres parejas que a penas interrelacionan -las mujeres inmigrantes lo hacen solidariamente, los hombres sin ninguna habilidad-, pero que pertenecen a un mismo espacio.
Patricia no llega a Santa Eulalia desde la República Dominicana; en Madrid ha dejado una vida dura e insatisfactoria y un matrimonio frustrado con un dominicano. El pueblo es para ella, y para sus hijos, la última posibilidad que le ofrece el sueño occidental del ascenso social y la conquista del bienestar. Dejando atrás una primera experiencia fallida, Patricia conoce a Damián, un hombre respetuoso y trabajador que les acoge en su casa. Con ellos también vive la madre de Damián, que desaprueba esta convivencia y se enfrenta diariamente con Patricia. Poca a poco, sin embargo la relación entre Patricia y Damián se fortalece gracias a la afinidad profunda de sus caracteres, a pesar de que viven dos graves conflictos que los enfrentan y casi los separa: por un lado, Damián acaba enfrentándose a su madre cuando llega el momento de defender a Patricia por el conflicto entre las dos; de otro lado, se establece un conflicto de intereses entre los dos cuando Patricia confesa a Damián la existencia de un matrimonio pasado aún legal. Damián se siente traicionado a la vez que Patricia se esfuerza por explicarle la su condición de inmigrante y las dificultades que de ella se derivan. Finalmente, el esfuerzo de tolerancia de los tres y el compromiso amoroso de la pareja, basado en el respeto mutuo, consigue mantener viva la unión. Muy diferente es la historia de Milady y Carmelo. A pesar de ser inmigrante como Patricia, Milady no tiene nada que ver con ella; joven y sin hijos, llega al pueblo sin orientación ni referentes claros, movida por el afán de abandonar a cualquier precio su país de origen. Carmelo, el hombre que la ha traído desde Cuba, la convierte en un trofeo más, la margina a la reclusión doméstica y acaba por agredirla en un ataque de celos. Milady está de paso por el pueblo, no busca allí más que el aire fresco que cualquier espacio nuevo le puede ofrecer y tarda muy poco en darse cuenta de que su mundo, el mundo deseado, no es ese pueblo perdido, frío y atravesado por una carretera interminable. Finalmente, tenemos la relación entre Alfonso y Marirrosi. Alfonso es agrónomo y vive entregado a su trabajo. Marirrosi viene de la ciudad, donde vive y trabaja confortablemente, huyendo de la soledad urbana. Entre los dos nace una relación sin conflictos sociales ni raciales, equilibrada económicamente. El respeto mutuo y las buenas condiciones personales fructifican en una relación amorosa sólida pero en la distancia, ya que ninguno de los dos renuncia a dejar su espacio propio. Este conflicto no se resuelve positivamente y Alfonso y Marirrosi deciden dejar la relación.


floresdeotromundo


 

Conflictos generales

A partir de la descripción paralela de las tres relaciones de pareja, la película ofrece una mirada atenta e íntima sobre los problemas de integración de las mujeres inmigrantes en un pueblo castellano, la lucha desigual de hombres y mujeres contra la soledad y las formas de vida rurales en la España actual.
El rechazo frontal que sufre Patricia por parte de la madre de su compañero simboliza la actitud hostil y llena de prejuicios con qué la inmigrante pobre es recibida en el mundo rico. Si bien es cierto que en la película esta actitud no es social ni masiva, podemos identificar este conflicto como un caso de racismo, es decir, «la adscripción falsa de características heredadas de personalidad o de conducta a los individuos de una apariencia física particular.» Un racista -y en este caso la conducta de la madre es significativa- «es alguien que cree que puede darse una explicación biológica para las características de inferioridad presuntamente poseídas por personas de una u otra estirpe física (1).» Esta definición teórica del racismo nos ha de facilitar la comprensión de las relaciones y el comportamiento de los personajes. Aunque, como ya hemos dicho, cada relación ha de ser matizada y redefinida dentro de los límites de sus particularidades (en el caso de Patricia no hay agresión física ni rechazo social, se trata de un conflicto familiar), hemos de saber identificar en todo momento la naturaleza de los conflictos. Patricia es consciente de ello. Vive el tràngol de la inmigración forzosa en silencio, intentando luchar diariamente por una vida mejor, pero explota definitivamente cuando ve como su grupo de amigas dominicanas no es bienvenido en su propia casa: el racismo, entre otras cosas, fomenta además la creación de grupos minoritarios discriminados y excluidos de la sociedad que los acoge y crea mecanismos continuos de marginación e incomunicación social. Milady no es víctima de un racismo social ni familiar pero sufre, probablemente sin saberlo, una de les consecuencias más comunes del desorden económico que hace posible la aparición del racismo; en un país sin recursos, la mujer accede a la prostitución como medio de supervivencia y de mejora económica. Así es como, de hecho, Milady conoce a Carmelo y consigue irse de Cuba. Esta forma de relación tiene continuidad en España y acaba degradándose hasta derivar en una agresión física que pone fin a la relación entre los dos. Está claro que no podemos hablar de racismo convencional en este conflicto, pero no podemos olvidar que el machismo que sufre Milady es consecuencia inequívoca de un desequilibrio económico que hace posible las relaciones dominantes. Es decir, Carmelo reproduce con Milady la misma relación de propiedad que establece con cualquier otro de sus bienes y posesiones. Una vez más, vemos como los conflictos sociales (racismo, machismo, etc…) aparecen en condiciones de desigualdad económica y es en este diagnóstico donde podemos buscar las similitudes entre Milady y Patricia, dos inmigrantes pobres en un mundo más rico.
Por otro lado, Flores de otro mundo se aproxima, en la historia, a un mundo al cual, como producto comercial, al qué difícilmente se puede llegar. El mundo rural, tan fácilmente llamado mundo como si rápidamente lo quisiéramos diferenciar del otro mundo, nuestro mundo, el urbano, está cada día más lejos de nosotros, convertido ya en una idea casi exótica. Debido a la consolidación del proceso industrial durante el siglo XX, los pueblos han ido perdiendo dinamismo económico; la ausencia de oportunidades económicas ha provocado la migración masiva hacia las ciudades y la definitiva caída demográfica ha llevado a hechos como el que presenta el film, en qué un grupo de hombres solteros organiza una caravana de mujeres procedentes de otros lugares con el objetivo de encontrar pareja. Esta anécdota, basada en un hecho real ocurrido en un pueblo aragonés al 1985, invita a hacer una reflexión sobre las condiciones de vida en un ámbito cada vez más desértico y subsidiario respecto a la civilización. Fuente:  eudualter


 

Entrevista Iciar Bollaín: